domingo, 26 de abril de 2009

La sociedad industrial y su futuro

Ante la situación actual de deterioro y barbarie que vive el planeta y las personas que habitamos en él, nos ha parecido interesante recuperar este texto de Theodore Kaczynski publicado originalmente hace ya algunos años. Aquí sólo recogemos un fragmento de la Introducción, pero la fuerza de sus palabras y la capacidad incendiaria de sus ideas hacen que sólo con estas líneas tengamos suficiente combustible para encender la mecha de la crítica en aquellas cabecitas aún adormecidas por la tontuna y la estupidez capitalistas.
Puedes leer el texto completo en nuestra Biblioteca virtual.

Introducción

1. La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana. Ha aumentado enormemente la expectativade vida de aquellos de nosotros que vivimos en países «avanzados», pero ha desestabilizado la sociedad, ha hecho la vida imposible, ha sometido a los seres humanos a indignidades, ha conducido a extender el sufrimiento psicológico (en el tercer mundo también el sufrimiento físico) y ha infligido un daño severo en el mundo natural. El continuo desarrollo de la tecnología empeorará la situación. Ciertamente someterá a los seres humanos a grandes indignidades e infligirá gran daño en el mundo natural, probablemente conducirá a un gran colapso social y al sufrimiento psicológico, y puede que conduzca al incremento del sufrimiento físico incluso en países «avanzados».

2. El sistema tecnológico-industrial puede sobrevivir o puede fracasar. Si sobrevive, puede conseguir eventualmente un nivel bajo de sufrimiento físico y psicológico, pero sólo después de pasar através de un periodo de ajuste largo y muy penoso y sólo con el coste permanente de reducir al ser humano y a otros muchos organismos vivos a productos de ingeniería y meros engranajes de la maquinaria social. Además, si el sistema sobrevive, las consecuencias serán inevitables: no hay modo de reformar o modificar el sistema así como prevenirlo de privar a la gente de libertad y autonomía.

3. Si el sistema fracasa las consecuencias aún serán muy penosas. Pero cuanto más crezca el sistema más desastrosos serán los resultados de su fracaso, así que, si va a fracasar, será mejor que lo haga antes que después.

4. Por eso nosotros abogamos por una revolución contra el sistema industrial. Esta revolución puede o no usar la violencia: puede ser súbita o puede ser un proceso relativamente gradual abarcando pocas décadas. No podemos predecir nada de eso. Pero sí delineamos de una forma general las medidas que aquellos que odian el sistema industrial deberían tomar para preparar el camino para una revolución contra esta forma de sociedad. No debe ser una revolución Política. Su objeto no será derribar gobiernos, sino las bases económicas y tecnológicas de la sociedad actual.

Este texto es un fragmento de La sociedad industrial y su futuro, de Theodore Kaczynski. Puedes leer el texto completo en nuestra Biblioteca virtual.

martes, 14 de abril de 2009

La juventud condenada a la miseria

Para nosotrxs lxs jóvenes el empleo es el problema número uno; no hay prácticamente empleos estables, la mayoría son eventuales, sin porvenir y mal pagados “bajo mano”, jóvenes treinta añerxs acaban viviendo en casa con sus hermanxs adolescentes. El miedo a un despido súbito y a que te sustituyan está siempre presente. Un fuerte sentimiento de ser vulnerable y mal pagado crea inseguridad personal y una falta de autoestima, una reticencia a hablar de lo mal que te pagan, de las muchas horas, de lo obediente que tienes que ser... para conservar un empleo de miseria. La mayoría de lxs viejxs trabajadorxs tienen un fuerte sentimiento de que se sacrifican para dar a sus hijxs lo que ellxs no tuvieron al crecer pobres. La ironía es que los padres esperaban que, con ingresos añadidos, más educación y un ambiente familiar estable, lxs hijxs alcanzarían un más alto estatus y empleos mejor pagados. La gran paradoja del último cuarto del siglo XX es que las mayores inversiones de la familia no pudieron contrarrestar los efectos retrógados del sistema económico liberal, lo cual ha tenido como resultado una tendencia general a la movilidad intergeneracional hacia abajo.
No es un fenómeno únicamente español. Está sucediendo entre lxs trabajadorxs de toda Norteamérica y Europa, especialmente allí donde el modelo neoliberal ha reemplazado al Estado de bienestar. Además, ya no se limita a la clase obrera o a lxs jóvenes. Cada vez más la clase media, lxs profesionales y técnicxs cualificadxs, incluyendo a individuos de media edad, se ven afectades por la reducción de tamaño de las empresas, la subcontratación y el trabajo eventual. Lo que está claro es que España representa un caso avanzado. Sus niveles de desempleo y paro juvenil son los más altos de Europa occidental y Norteamérica. Además ha sido España quien se ha encaminado más lejos y más rápido hacia un sistema laboral de dos tercios, donde las ordenanzas laborales establecen abiertamente por ley desigualdades de renta sustanciales y salarios por debajo del límite de la pobreza, con escasas, cuando las hay, reglamentaciones en lo que concierne a abusos patronales. Lo que está pasando en España es tal vez un espejo de lo que podríamos esperar en otros países en el futuro. Los altos índices de desempleo se han mantenido en los noventa, lo cual nos demuestra que el problema tiene sus raíces en las estructuras profundas de la economía liberal.
Lxs trabajadorxs cualifcadxs y educadxs hoy hacen frente a índices de desempleo que sobrepasan un cuarto de la mano de obra. La escolarización puede parecer fuera de lugar para unxs jóvenes trabajadorxs con pocas perspectivas de empleo. La formación técnica y profesional parece fuera de lugar para una economía basada cada vez más en el turismo, la administración pública y las plantas de montaje. Los nuevos contratos de trabajo temporales, que proveen a lxs empresarixs de una poderosa ventaja sobre lxs jóvenes trabajadorxs, son los preferidos por lxs empresarixs. La mayoría son de sólo seis meses, sin indemnización por despido.

¿Cuáles son las consecuencias humanas de las abstractas doctrinas de la economía liberal?
Los barrios han dejado de ser el terreno de la movilización social, de los debates sociales y de la organización de lxs trabajadorxs. El barrio ya no es un mecanismo de socialización para introducir nuevos valores sociales de solidaridad sino, más bien, un terreno de encuentro informal. La decadencia de la cultura cívica del barrio alimenta el comportamiento consumista privado que lxs jóvenes recibimos a través de los medios de masas. Música mercantilizada, con sus surtidos de ropas, pendientes y peinados, brinda símbolos externos de rebelión que enmascaran la conformidad interiorizada con un estilo de vida consumista e individualista. Hablar de los miedos y de las inseguridades del lugar de trabajo no levanta los ánimos en las barras de ningún bar; los malos sueldos son un símbolo de estatus de vergüenza, es mejor callárselo mientras apuras la cerveza e intentas arreglar para esa noche una comedia de representación única.
Lxs bastante “afortunadxs” como para conseguir empleo son, en su aplastante mayoría, trabajadorxs temporales, la mayor parte de lxs cuales serán rotadxs, renovadxs o despedidxs, pero raramente convertidxs en trabajadorxs fijxs. A pesar del salario de miseria y de las terribles condiciones de trabajo expresan pánico ante la idea de verse en la calle, porque piensan que pasarán una época muy difícil encontrando un nuevo empleo. Tal como un trabajador expresaba: “el miedo al despido es peor que la represión bajo Franco”. Lxs jóvenes trabajadorxs temporales de hoy están atomizadxs y son vulnerables a los dictados de empresarixs que tienen el sostén legal del Estado, el cual apoya sus arbitrarias acciones. Pocxs trabajadorxs temporales expresan sus sentimientos de solidaridad con sus compañerxs. Entre les eventuales hay un sentido de competencia y desconfianza condicionado por las escasas posibilidades de un empleo permanente. En relación con lxs trabajadorxs fijxs mayores, hay una mezcla de envidia y resentimiento a partir del hecho de que se ocupan de sus propios intereses y tienen el empleo protegido.
Debido al miedo profundo a que cualquier expresión de solidaridad pudiera contrariar a lxs empresarixs, la mayoría de lxs trabajadorxs temporales evitan unirse a los sindicatos revolucionarios (uniéndose cuando lo hacen a sindicatos colaboracionistas o sindicatos que creen ser revolucionarios pero en el fondo son también colaboracionistas): fundamentalmente la estrategia es aparecer como unx empleadx supertrabajadxr y con espíritu de empresa, dispuestx a trabajar fuera de horas y evitar relaciones conflictivas con lx empresarix.

Hoy el empleo es un sitio donde trabajas, ganas dinero y te socializas en otra parte. Para la mayoría de trabajadorxs jóvenes el trabajo es un aburrimiento, el sindicato está ahí, con lxs compañerxs compartes una cerveza o no; la cuestión es ganar tiempo para el fin de semana, las vacaciones o comprarse un equipo de música. El trabajo de fábrica se ve como un medio de ahorrar para abrir eventualmente un pequeño negocio, editar una revista musical o volver a la educación superior. A pesar de que el empleo fijo es un “premio” muy codiciado, una vez se consigue pierde rápidamente su “lustre” y empieza el descontento con el puesto de trabajo.
Los sindicatos han sido asimilados dentro del proyecto neoliberal. Critican sus excesos y piden más gastos sociales a cambio de compartir los argumentos de productividad de lxs empresarixs. Existe una honrosa excepción de la causa trabajadora, que son los Sindicatos adheridos a la AIT, siendo la CNT el Sindicato que está ubicado en el territorio español.

El ciclo vital
La prolongada dependencia familiar crea un punto de vista social conformista, donde la idea de conseguir las cosas gratis socava el pensamiento crítico. La idea de salir al mundo unx trabajadxr independientemente cultiva un sentido de eficacia a actuar por sí mismx y hacerse cargo de la propia vida. Este es el preludio de la asunción de responsabilidad en la acción política y social. La prolongada dependencia familiar fomenta la “infantilidad”. El antiguo comportamiento adolescente se prolonga y persiste la pasividad: se espera que la madre cocine y limpie la ropa y que el padre afloje el dinero para un fin de semana de saltitos en el bar. La idea de rebelión toma así la forma de conciertos, de puñetazos en el fútbol, de joyas y ropas (anillos en la nariz, pantalones rotos, pelos al cero...) todo ello subvencionado por la familia.

Buscando un culpable
La legislación antiinmigrante que en su día impuso el PSOE y nacionalistas, incita a lxs jóvenes trabajadorxs paradxs a culpar a lxs inmigrantes de su falta de empleo. Ningún líder político les dice que lxs inmigrantes no cierran las fábricas; lxs capitalistas sí. Ni que los partidos políticos y sindicatos gubernamentales aprueban una legislación que faculta a lxs empresarixs a pagar por debajo del salario mínimo, no es la competencia con el 2% de inmigrantes lo que baja el nivel de vida.

La única forma de combatir las injusticias creadas por el capitalismo es la organización sin diferencias de razas, edad o sexo; organízate en organizaciones anarquistas o anarcosindicalistas si no quieres seguir siendo una marioneta.Este artículo fue publicado por las Juventudes Libertarias de Zamora en el número 12 de la revista Jake Libertario.

¿Qué es Individualidades Anarquistas?

El Grupo de Individualidades Anarquistas de Cartagena está formado por una serie de personas unidas por las ideas anarquistas. Cada una de nosotras es vista por las demás como un individuo autónomo, independiente y capaz de alcanzar sus propias conclusiones para actuar en consecuencia, de manera que el grupo tan sólo es el caudal natural en el que confluyen los pensamientos y las acciones de quienes lo componen.
La coordinación y organización del grupo dependen de la afinidad existente entre las individualidades anarquistas agrupadas. Todas aquellas iniciativas, propuestas, acciones e ideas que surgen a partir de dicha afinidad están, en la medida que sea, incluidas en ella. Esta afinidad queda enmarcada dentro de la lucha obrera revolucionaria, antiautoritaria y anticapitalista, siendo la diversidad interior de cada uno de los individuos revolucionarios la encargada de generar los múltiples matices que continuamente enriquecen los planteamientos políticos del grupo.
Las Individualidades Anarquistas que hemos decidido agruparnos en Cartagena consideramos que nuestra iniciativa es, simplemente, una tendencia natural hacia la auto-organización solidaria de la clase obrera. Nuestros objetivos más inmediatos pasan por la construcción de una red libertaria desde la que extender nuestras iniciativas y proyectos a una red mucho más amplia, estableciendo nuevas relaciones en las puedan germinar nuestras aspiraciones revolucionarias. En cuanto a nuestro objetivo final, éste no es otro que contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a la construcción de la Anarquía que hará posible la Revolución social.

Grupo de Individualidades Anarquistas-Cartagena
individualidades_anarquistas@hotmail.com

RESISTENCIA SIN DROGAS

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El Estado te quiere drogado e ignorante para poder manipularte fácilmente.