
El anarquismo es una idea surgida de la propia clase trabajadora y de las luchas de sus activistas y militantes. No es una construcción teórica aislada de la experiencia, sino más bien la expresión de rebeldía contra la vivencia de opresión y explotación. Las experiencias de solidaridad para resistir la miseria y la explotación -visibles en las primeras organizaciones gremiales, sociedades de ayuda mutua y asociaciones de trabajadores, surgidas a inicios del siglo XIX y anteriores a la formulación de las ideas socialistas- inspirarán a los futuros planteamientos anarquistas tales como el mutualismo, el colectivismo y, en una última etapa, el comunismo. Es en este sentido que decimos que la ideología anarquista es la obra de los propios trabajadores. Y como continuadores y herederos de ese legado debemos actuar consecuentemente con este pasado. Tal vez por esta razón, los anarquistas -salvo pocas excepciones- tuvieron muchas reticencias a la hora de teorizar y predecir cómo sería la sociedad futura, y prefirieron, consecuentemente, que si la liberación iba a ser obra del propio pueblo, también debería ser suya la planificación y edificación de la nueva sociedad.
Puedes leer el artículo completo en el Ateneo Virtual de la página web Alasbarricadas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario