domingo, 29 de marzo de 2009

IV Jornadas libertarias. Lorca 2009

Jueves 16 de Abril
La Sanidad Pública como Derecho Fundamental esencial
Emilio Botía
Abogado laboralista Murcia

Viernes 17 de Abril
La lucha sindical frente a la crisis económica: El modelo de la CNT
Antonio Baena
Secretario de acción sindical C. Regional Andalucía
CNT Fernán Núñez (Córdoba)

Lunes 20 de Abril
Proyección de documentales:

A propósito de Niza
Jean Vigo, Francia, 1930. 0:22

The Take (La Toma)
Avi Lewis y Naomi Klein, Canadá, 2005. 1:23

Martes 21 de Abril
Litoral de la Región de Murcia: entre la conservación y la destrucción
Pedro García
Geógrafo y portavoz de ANSE (Asociación de Naturalistas del Sureste) Cartagena

Jueves 23 de Abril
Crisis económica y resistencia obrera. Crisis mundial y sus efectos en España
Gaspar Fuster ICEA (Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión) Barcelona

Martes 28 de Abril
Droga y cárcel
Manoli Ramajo
ASPAD (Asociación de Padres de Drogodependientes) CNT Madrid

Viernes 8 de Mayo
El Plan Bolonia: una perspectiva crítica
Javier Antón
Profesor Universidad Complutense CNT Madrid

Sábado 9 de Mayo
De viva voz: Tú crees que esto es la paz…
Isabel Escudero
Poetisa, ensayista y profesora de la UNED Zamora

Contra la Fe
Agustín García Calvo
Lingüista, poeta, dramaturgo y filósofo Zamora


Todos los actos tendrán lugar en el centro cultural de la ciudad a las 20:00horas.

domingo, 22 de marzo de 2009

Sobre la desposesión y la responsabilidad individual

Debido a la inmensidad del actual orden social y el anonimato de los sistemas tecnológico y burocrático a través de los cuales mantiene su poder, unx puede fácilmente llegar a verlo como inevitable, como un sistema de relaciones predeterminadas en el que no tenemos más elección que desempeñar nuestro rol. El objetivo del Estado y la clase dominante es la dominación total sobre toda la existencia, y aquí en el corazón de este monstruo parece que, efectivamente, han logrado este objetivo. ¿No estamos forzados, día tras día, a desempeñar actividades y relaciones que no son de nuestra elección?

Esto es lo que nos define como proletarixs. Hemos sido desposeídxs de nuestra capacidad para determinar las condiciones de nuestra propia existencia. Pero esta desposesión no es un desarrollo histórico predeterminado e inevitable. Ahora mismo, en los márgenes del orden capitalista, en lugares como Bougainville y Papua Occidental, se puede ver cómo tiene lugar esta desposesión; individuos con nombres y rostros, las instituciones que establecen con el fin de ejercer su poder y quienes eligen obedecerles debido a la extorsión de la supervivencia, actúan con violencia para desposeer a aquellxs que todavía tienen alguna libertad para crear sus vidas como ellxs quieran. Y frente a estas intrusiones violentas, aquellxs que no han sido todavía proletarizadxs a menudo se levantan en armas contra quienes están tratando de robar sus vidas. No es un proceso histórico inevitable lo que está excavando (a menudo literalmente) sus vidas a ras del suelo, sino la fuerza de las armas de quienes están en el poder. Son individuos reales los responsables de las condiciones sociales que existen. Individuos reales se benefician de ellas y, por tanto, hacen todo lo que está a su alcance para extenderlas.

Pero no son sólo las actividades de quienes mandan lo que reproduce el actual orden de dominación y explotación sino también, y más esencialmente, la actividad de quienes les obedecen. Aquí, en el corazón de la bestia, nuestra desposesión parece ser completa. A diferencia de lxs habitantes de Papua Occidental y Bougainville no tenemos vida social de nuestra propia creación. Cada elección que tomamos se hace bajo presión: la extorsión de la dominación de la supervivencia sobre la vida cuelga sobre nuestras cabezas como una espada. Sin embargo, la obediencia es una elección. Los motines en el ejército norteamericano que jugaron un papel crucial en forzar la retirada de los EEUU de Vietnam es una prueba suficiente de esto, como lo son los pequeños actos de insubordinación llevados a cabo cada día por lxs explotadxs para hacer sus vidas un poquito más soportables, un poquito más dignas. Y es en tales actos cuando unx empieza a tomar responsabilidad de su propia vida.

El orden social del Estado y el capital nos deja muy pocas opciones. Unx puede entender que alguna gente, como Daniel Quinn, sugiera que “le demos la espalda”, pero contra un sistema que requiere la expansión esto no es ninguna solución. Si la gente de las montañas de Papua Occidental se ha visto forzada a tomar las armas contra la intrusión del orden civilizado, quienes vivimos en su corazón no podemos fingir que podemos simplemente huir. Si no queremos aceptar nuestra explotación y elegir la obediencia con alguna insignificante trasgresión ocasional, estamos obligadxs a vivir fuera de la ley, tratar de robar nuestras vidas de nuevo lo mejor que podamos, contra viento y marea.

Cada vez se está imponiendo una vida similar a más y más gente. La multitud de campesinxs y miembros de pueblos tribales que se ven forzadxs a abandonar las tierras donde hacían sus vidas no tienen un trabajo esperándoles en las ciudades a las que se ven obligadxs a emigrar. E incluso en las naciones opulentas del Norte mucha gente se encuentra hundida hasta el fondo. El único sitio para estas personas es el ámbito de la economía ilegal, el llamado “mercado negro”. Pero eso sigue siendo el Mercado, estas personas siguen estando explotadas y la supervivencia sigue predominando sobre la vida.

Para lxs anarquistas y revolucionarixs la cuestión no es la mera supervivencia sino la reapropiación de la vida, la demolición de las condiciones de existencia que nos han sido impuestas. Este proyecto requiere finalmente la revuelta activa de la multitud de explotadxs y excluidxs, además de quellxs que resisten en los márgenes a los intentos de las instituciones capitalistas para robarles sus vidas. Pero a menos que unx tenga fe en algún tipo de determinismo histórico o espontaneísmo no tiene sentido cruzarse de brazos y esperar hasta que sea “el momento apropiado” y las masas se levanten.

Nuestra actividad crea las circunstancias en las que puede florecer la insurrección. Nuestro rechazo a obedecer, nuestra insistencia en crear nuestras propias vidas por nosotrxs mismxs, aquí y ahora, por encima de todo, y en atacar a las instituciones de dominación y explotación con las que nos enfrentamos en nuestras vidas, son las semillas de la Revolución. Si la Revolución es la lucha colectiva por la realización individual (y ésta me parece ser la forma más consecuentemente anarquista en que se puede entender el término) y, por tanto, contra la proletarización, aquella se desarrolla con la solidaridad que surge entre individuos en revuelta que reconocen su lucha en las luchas de otrxs. Por esta razón, y por el gozo que me proporciona aquí y ahora, no esperaré hasta que sea el “momento apropiado” sino que empezaré a apoderarme de nuevo de mi vida aquí y ahora.

Texto publicado en el zine Ecotopía nº3 y traducido originariamente de Willfull Disobedience, Vol.2, nº 11.

domingo, 8 de marzo de 2009

Por la destrucción del sistema capitalista

En apenas 200 años de existencia, la sociedad industrial ha alterado ciclos biológicos que han funcionado en la Tierra durante millones de años. Los llamados "desastres naturales" relacionados con el cambio climático que han tenido lugar en las últimas décadas son sólo un aviso de lo que está por venir en caso de continuar por el camino del desarrollo y el progreso tecnológicos.

No sólo en las tremendas alteraciones climáticas puede verse este impacto. La nocividad generada por la actual sociedad alcanza todos los ámbitos de la vida, pues todos están sometidos a los imperativos de la economía, que tiene en el desarrollo técnico a su fiel aliado. El agua, elemento indispensable para la vida, va camino de convertirse en una mercancía más, y una mercancia tanto más valiosa en cuanto se hace cada vez más difícil acceder a ella sin residuos contaminantes (tanto los ríos como los acuíferos subterráneos se han convertido en vertederos de los productos químicos indispensables para el sistema industrial). Lo mismo ocurre con el aire; aunque todavía no se ha comercializado en botellas de plástico como el agua, esta posibilidad no parece tan lejana al observar las nubes de smog que se sitúan sobre nuestras ciudades (y las imágenes de habitantes de ciudades como México DF o Tokio viéndose obligados a usar mascarillas apuntan también en esta dirección). La tierra, cuyo acceso libre se hizo ya prácticamente imposible con el proceso de desposesión que posibilitó el desarrollo del modo de producción capitalista, sufre también los efectos de la barbarie industrial, y va quedando yerma y desierta a medida que ésta avanza; los campos cultivados por la agricultura industrial necesitan cada vez más fertilizantes químicos para poder extraer algún fruto de ellos, al mismo tiempo que las motosierras abren paso a la necesidad de nuevos terrenos que explotar.
La lista de calamidades generadas por la actual organización social y económica (que encuentran en la técnica su justificación y su soporte) sería larga, y no merece la pena detenerse en elaborarla pues la catástrofe está ante los ojos de todxs. Es de los medios para combatir todas las nocividades (lo que significa combatir la sociedad que las produce) de lo que resulta más valioso hablar, pensar, analizar. Es la búsqueda de armas para la lucha contra este sistema que sólo genera muerte y destrucción la tarea que se nos impone con mayor urgencia, porque a cada minuto que pasa la devastación en curso se vuelve mayor y más difícil de revertir.

Hay una grieta abierta en el cemento que nos inunda, una grieta que debemos extender por todos los medios hasta que la vida florezca sobre el cadáver de esta civilización.

Texto extraido del zine Ecotopía nº3.

martes, 3 de marzo de 2009

Notas introductorias para una moral anarquista

El anarquismo trasciende la propuesta política para situarse también en el plano moral. Entiende que la verdadera revolución debe darse no sólo en las estructuras socioeconómicas y políticas, sino también en la moral y en la ética. El fundamento de la moral anarquista se sitúa en la crítica de la moral burguesa y en la consideración de que los males actuales son, en buena parte, el resuktado de opciones morales negativas. La moral burguesa traiciona el ideal de progreso y emancipación de la humanidad (esto ocurre desde la Revolución francesa), y justifica las relaciones de poder y explotación, siendo su característica principal la hipocresía, pues la burguesía se disfraza de toda una serie de enunciados cívicos y de leyes de apariencia democrática que no son más que un refinado disfraz para ocultar el dominio sobre las clases oprimidas y su marginación. Por tanto, la opción moral anarquista empieza por criticar la insolidaridad, el lucro y el espíritu de competición, y propone los valores de la solidaridad, la igualdad y la libertad como supremos.

La solidaridad o el apoyo mutuo es la alternativa que la ideología libertaria ofrece frente al orden burgués. El anarquismo entiende que el auténtico motor de la historia y la vida no es la lucha individual por la subsistencia (como propone el neodarwinismo social), sino el esfuerzo colectivo por sobrevivir, la solidaridad entre los miembros de una sociedad. Este principio lo desarrolló ampliamente P. Kropotkin en El apoyo mutuo. Un factor de la evolución, y La moral anarquista, obras que suponen en gran parte el punto de referencia de las diversas tendencias anarquistas en cuanto a la concepción de la historia y la moral. La solidaridad es la clave de una sociedad mejor, y sólo desde su práctica en la actualidad se puede construir la sociedad altruista futura. Por eso en las organizaciones libertarias y obreras sus miembros deben practicar rigurosamente las actitudes morales que predican (no puede haber contradicciones entre la moral en la vida pública y la moral en la vida privada) y la organización obrera deberá mostrar en su funcionamiento interno un tipo de relaciones opuestas a las vigentes en la sociedad actual.

Por otro lado, el anarquismo defiende que la solidaridad, la abnegación y el sacrificio por los demás no son propiedad de las religiones, las cuales han procurado apropiárselos para sobrevivir, al fortalecer su apariencia moral.

Como ya hemos dicho, la solidaridad y la libertad van unidas de la mano en el anarquismo, y por tanto, la moral del apoyo mutuo no puede ser impuesta, no puede basarse en sanciones legales, sino en el consejo, la persuasión o la coacción moral (como propone Ricardo Mella). La coherencia doctrinal del anarquismo exige que la sociedad alternativa se busque mediante la libertad, sin procedimientos autoritarios, lo que lleva a la defensa de una concepción ética de la política basada en la coherencia entre medios y fines. A la libertad sólo se llega practicando la libertad; a la solidaridad, practicando la solidaridad; a la autogestión, practicando la autogestión... Esto supone situarse en contra de la mayor parte de la tradición política occidental, que basa su actuación en el maquiavelismo político, considerando que los fines justifican los medios. La subordinación de los medios a las circunstancias supone desvalorizar la vida actual y potenciar comportamientos sumisos y resignados, por tanto sólo una ética radical puede hacernos llegar a una sociedad totalmente libre e igualitaria.

Este texto ha sido extraído de la obra Anarquismo y educación. La propuesta sociopolítica de la pedagogía libertaria, escrito por Francisco José Cuevas Noa y publicado en 2003 por la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo.

¿Qué es Individualidades Anarquistas?

El Grupo de Individualidades Anarquistas de Cartagena está formado por una serie de personas unidas por las ideas anarquistas. Cada una de nosotras es vista por las demás como un individuo autónomo, independiente y capaz de alcanzar sus propias conclusiones para actuar en consecuencia, de manera que el grupo tan sólo es el caudal natural en el que confluyen los pensamientos y las acciones de quienes lo componen.
La coordinación y organización del grupo dependen de la afinidad existente entre las individualidades anarquistas agrupadas. Todas aquellas iniciativas, propuestas, acciones e ideas que surgen a partir de dicha afinidad están, en la medida que sea, incluidas en ella. Esta afinidad queda enmarcada dentro de la lucha obrera revolucionaria, antiautoritaria y anticapitalista, siendo la diversidad interior de cada uno de los individuos revolucionarios la encargada de generar los múltiples matices que continuamente enriquecen los planteamientos políticos del grupo.
Las Individualidades Anarquistas que hemos decidido agruparnos en Cartagena consideramos que nuestra iniciativa es, simplemente, una tendencia natural hacia la auto-organización solidaria de la clase obrera. Nuestros objetivos más inmediatos pasan por la construcción de una red libertaria desde la que extender nuestras iniciativas y proyectos a una red mucho más amplia, estableciendo nuevas relaciones en las puedan germinar nuestras aspiraciones revolucionarias. En cuanto a nuestro objetivo final, éste no es otro que contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a la construcción de la Anarquía que hará posible la Revolución social.

Grupo de Individualidades Anarquistas-Cartagena
individualidades_anarquistas@hotmail.com

RESISTENCIA SIN DROGAS

RESISTENCIA SIN DROGAS
El Estado te quiere drogado e ignorante para poder manipularte fácilmente.